En el Valle de Alcudia hay encinas milenarias, vacas y ovejas a sus anchas, poblados al final del túnel y nativos que resisten con los pies embarrados, curtidos de batallar para que sus pedanías no mueran víctimas de una despoblación irreversible El
Sirven a la iglesia y a los sacerdotes, en soledad y por fe. Los seis piensan que están solos en esto, que son los últimos sacristanes Está solo y si hablara su voz retumbaría en la inmensidad de la armonía y la
Ramona sabe de la vida lo que le ha enseñado la tierra, el sol y 700 ovejas. Es ganadera desde los 15 años en una región donde el peso de este sector es innegable pero donde no existen datos de las mujeres