En el Valle de Alcudia hay encinas milenarias, vacas y ovejas a sus anchas, poblados al final del túnel y nativos que resisten con los pies embarrados, curtidos de batallar para que sus pedanías no mueran víctimas de una despoblación irreversible El
Las minas de Fontanarejo, Arroba y Puebla llevan coleando años, donde temen que estos proyectos sean sólo humo sobre la cruel realidad de la España vaciada Faustino Erante habla con retranca, bajo un sombrero de ala bien puesto, con chaqueta de lana,
En el Valle de Alcudia hay encinas milenarias, vacas y ovejas a sus anchas, poblados al final del túnel y nativos que resisten con los pies embarrados, curtidos de batallar para que sus pedanías no mueran víctimas de una despoblación irreversible El