Teatreros, comerciantes y hosteleros, amas de casa, jubilados y jóvenes del pueblo salen a escena para narrar su relación, a veces de amor a veces de odio, con el festival, el pan que besan agradecidos Les dijeron que soñaran y se dejaron
Son las manos que mueven los hilos entre bambalinas para que Almagro brille cada noche de julio y estalle en un aplauso atronador. El equipo humano es el motor que acciona el Festival Internacional de Teatro Clásico (FITCA) Félix Montero es puro